No es un secreto que soy un fan de Drácula desde el día en que me regalaron la novela, así como los comics de Marvel basados en este personaje. Y como no podía ser de otro modo tarde o temprano tendría que ver esta película.
La historia comienza como siempre, Vlad, el empalador consigue vislumbrar una posible traición del pueblo turco, ya que al salir de visitas por sus tierras encuentra pruebas de ello. Tras esto los turcos piensan que la agresividad hacia una de sus unidades es provocada por los soldados del príncipe y exigen a Vlad 1000 niños o a su hijo a cambio de mantener la paz, pero este no acepta y es donde comienza la
leyenda jamás contada.
La película nos muestra una faceta de este personaje poco utilizada y bastante novedosa, así como un gran derroche en efectos especiales.
La interpretación del actor protagonista es sobresaliente y hace que uno se identifique con el personaje de Drácula desde el principio.
Por todo esto la cinta es muy recomendada tanto a los fans de Drácula, como a las personas que no saben nada de este personaje.
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