En esta ocasión estamos en un futuro lejano del planeta Tierra. El planeta está superpoblado y sin recursos tanto económicos como alimenticios. Mientras que la gente sucumbe a la pobreza y la enfermedad, los más ricos viven en una estación espacial donde no conocen la enfermedad ni la pobreza, esta estación es la que da origen al nombre de la película.
La historia da un vuelco cuando nuestro protagonista recibe una radiación mortal para el ser humano, por la cual morirá en cinco días si no realiza nada. Por ello, decide comprar un pasaje para la estación espacial y tratar de curarse, pero la cosa se complica y da origen a una intrincada red de acción, traición y emoción, por la que arrastrará a una amiga de la infancia y a varios conocidos durante la trama.
En definitiva, nos encontramos con una obra maestra del cine de ciencia ficción, que con el paso de los años se convertirá en un gran clásico. Así que desde mi más sincera opinión, la recomiendo tanto para verla en familia como para verla en compañía de amigos, eso sí, hay que calibrar la edad de los niños, puesto que la violencia y explosiones pueden herir la sensibilidad de estos.
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