lunes, 20 de enero de 2014

Pinocho

En esta ocasión vengo a hablaros de un juego de la generación de los 16 bits, ya que no todo lo que me pase será actual, puesto que soy un jugador más retro que actual. El juego en cuestión es Pinocho de Sega Megadrive del año 1993 y producido como no por Virgin.

Ahora os dejo con la partida en dos partes que jugué, y más tarde analizaremos el videojuego en cuestión.




Nos encontramos en la era dorada de Disney, cada juego que sacaba esta compañía era una obra maestra (salvo algunas conversiones de master system, game gear o NES) digna de ser admirada.

Como todos sabréis Gepeto era un artesano que decide construirse un niño de madera, el cual es traído a la vida por un hada madrina. Todo comienza con Pinocho caminando hacia la escuela, antes de llegar nos engañan para que no vayamos a ella y de repente acabamos vendidos a un artista ambulante que hace números de marionetas.
Pasado un tiempo logra escapar y termina en un parque de atracciones lleno de niños "peyeros" que terminan siendo transformados en burros y vendidos como bestias de carga.
Una vez más logra huir, pero esta vez es tragado por una ballena, donde se encuentra Gepeto. Tras salir de esta gracias a una balsa, naufragamos y finalmente terminamos convirtiéndonos en un niño de verdad.



El juego destaca por su estilo gráfico, clásico de los 16 bits, así como por tener una música fiel a la película. La curva de dificultad es lo suficientemente creciente, como para sacar de quicio al más experto, y casi irritante en el nivel más dificultoso del propio juego.

Ahora bien, si comparamos la versión de Megadrive con la de SNES, claramente gana la de SNES en el apartado visual y sonoro, así como la jugabilidad, ya que a parte de poseer checkpoints en algunas pantallas, el incremento de botones respecto a la de megadrive le dan un poco más de facilidad a su control.

Con esto no quiero decir que sea la mejor versión, pero si la más estética. El gran punto a favor de Megadrive, lo da la mayor posibilidad de encontrarlo completo, así como su reducido precio en comparación con la versión de Nintendo.

Por todo esto, es uno de esos juegos que deberíais tener en vuestra colección retro o bien jugarlo por lo menos una vez para ver la belleza de la gran era Disney.

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