Al principio la película parece una copia de Chicken run, pero a medida que vamos avanzando vemos que es sólo los primeros 7 minutos. A partir de aquí descubrimos que a nuestro protagonista Regie, le dan el indulto gracias a la hija del presidente, llevándoselo a Camp David.
Y desde este momento nuestro héroe piensa que tiene la vida solucionada, que sólo tendrá que ver televisión y comer pizza, pero de repente cruza su camino con Jake, un pavo al que le fue entregado el picaporte legendario por parte del gran pavo para cumplir la misión de salvar a todos los pavos de ser comidos el día de acción de gracias.
Para ello han de tomar una máquina del tiempo que se guarda en la base secreta debajo de la casa e ir al primer día de acción de gracias.
Una vez llegan al pasado se cruzan con una bandada de pavos salvajes a los que han de proteger de los seres humanos a toda costa si quieren llevar a cabo su misión. ¿Serán capaces de realizarlo?
A simple vista la película parece una de las típicas lanzadas en estas fechas para hacer relleno navideño, pero al contrario, con los toques de humor que posee y el guión tan estrafalario e inesperado he de decir que puede llegar a ser una buena película para llevar a los niños estas Navidades, siempre y cuando no pongan Frozen en el cine al mismo tiempo.
Partiendo de esto, el único punto malo por parte de los guionistas ha sido la inmensa cantidad de chistes tópicos sobre pavos, pollos y aves de corral. Si omitimos esto, la película entretiene y puede ser una delicia tanto para los más pequeños como para los más grandes.
Finalmente no os levantéis muy rápido de las butacas, puesto que lleva una pequeña sorpresa al final.
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