Las brujas de Zugarramundi

Por más veces que me hago la promesa de no visionar más películas de cine español, tarde o temprano decido dar una oportunidad a alguna película que aparezca, sobre todo si son de Álex de la Iglesia. En este caso os vengo a hablar de las Brujas de Zugarramundi. 

Nada más comenzar la película nos presentan a unos personajes que van a atracar una joyería, interpretados por Mario Casas y Hugo Silva. Este atraco sale desde el comienzo mal y terminan robando un taxi, haciendo que su conductor los lleve a la frontera de Francia.
A partir de aquí la película se torna en una comedia típica española sin sentido, haciendo que nuestros personajes se encuentren con unas brujas, las cuales quieren a Sergio, el hijo del personaje que interpreta Hugo Silva, para completar un ritual por el cual demostrarán que Dios es mujer y las ayudará en la conquista del nuevo orden mundial.

Partiendo de la base que esta película tiene unos efectos especiales similares a los vídeos de youtubers en internet, es decir, como los de Águila roja (bajo presupuesto) y que su guión es bastante absurdo no es recomendable para nada. Quizá la gente piense que el incluir a Santiago Segura y a los actores de moda pueda reflotar la película, pero al contrario hace que esta sea aún peor. Ya se decía antiguamente que lo poco es bueno, lo mucho es malo.

No obstante si pasamos por alto estos dos puntos y consideramos la película como una comedia nos puede entretener. Pero una vez más lo que me ha hecho decantarme por suspender a esta película, no ha sido su pésimo guión, su abuso de cameos y famosos de temporada, ni los efectos especiales. Ha sido la gran cantidad de patadas que meten a la mitología vasca, como la utilización de la clásica canción Baga biga higa de Mikel Laboa para realizar el aquelarre. 

Por todo esto, la película es recomendable para pasar un rato si no se tiene nada que hacer, pero no esperéis encontrar mucho entretenimiento en su visionado.